jueves, 5 de octubre de 2017

La furia y la tristeza








Había una vez…

Un estanque maravilloso. Era una laguna de agua cristalina y pura donde nadaban peces de todos los colores existentes y donde todas las tonalidades del verde se reflejaban permanentemente…
Hasta ese estanque mágico y transparente se acercaron a bañarse haciéndose mutua compañía, la tristeza y la furia. Las dos se quitaron sus vestimentas y desnudas, las dos, entraron al estanque.
La furia, apurada (como siempre está la furia), urgida -sin saber por qué- se baño rápidamente y más rápidamente aún salió del agua… Pero la furia es ciega, o por lo menos, no distingue claramente la realidad, así que desnuda y apurada, se puso, al salir, la primera ropa que encontró…
Y sucedió que esa ropa no era la suya, sino la de la tristeza… Y así vestida de tristeza, la furia se fue.
Muy calma, y muy serena, dispuesta como siempre, a quedarse en el lugar donde está, la tristeza terminó su baño y sin ningún apuro (o mejor dicho sin conciencia del paso del tiempo), con pereza y lentamente, salió del estanque. En la orilla encontró que su ropa ya no estaba.
Como todos sabemos, si hay algo que a la tristeza no le gusta es quedar al desnudo, así que se puso la única ropa que había junto al estanque, la ropa de la furia.
Cuentan que desde entonces, muchas veces uno se encuentra con la furia, ciega, cruel, terrible y enfadada, pero si nos damos el tiempo de mirar bien, encontramos que esta furia que vemos, es sólo un disfraz, y que detrás del disfraz de la furia, en realidad… está escondida la tristeza.
Cuentos para pensar, Jorge Bucay

domingo, 1 de octubre de 2017




Carta a GABRIELA



Princesa

Sé que serás muy pequeña para entender mis palabras,aún así te las
 escribo hoy porque quiero que sepas que desde elmomento que 
supe de tu existencia no he dejado de pensar en ti ni un sólo día. 
Espero que cuando crezcas y puedas leer estas palabras entiendas
 cuanto amor hay en ellas. Me gustaría ser una gran escritora para
 poder expresarme con claridad, ser una verdadera maga de las
 letras para ti, pero aún sin serlo quiero decirte algunas cosas.

Quiero que sepas lo importante que eres para mi, tu abuela, tu yaya
 o como quieras llamarme, desde aún antes de nacer y lo serás en todo
 lo que me reste de vida Desde pequeña soñé con ser novia, esposa, 
madre,y “abuela”...

El tiempo de tu gestación ha pasado volando en la imaginación y lento
 en la espera, y me he planteado muchas veces en mi interior si haré
 bien el papel nuevo que me toca vivir. Espero saber qué hacer cuando
 llegue ese momento y, si al principio me cuesta, prestaré mucha
 atención a la lección de la experiencia para aprender con acierto a ser
 una buena abuela.

Pienso que la experiencia de ser abuela me hará volver a ser joven, que
 se fortalecerán los ánimos y,además de la juventud del alma, se renueva
 la del cuerpo y esta felicidad de tenerte me hará ser mejor persona.
 Es un privilegio seguir adelante y no mirar atrás, tengo nuevos retos, 
nuevas responsabilidades, nuevos proyectos. Porque no es una suerte ser
 abuela, va a ser un gran privilegio.

Tras el esfuerzo que te habrá ha supuesto nacer sentirás la inmensidad
del amor de tus padres.
No podías haber elegido unos padres y una familia mejor para iniciar tu 
andadura.

Tras la primera sonrisa, después del primer berrido, respirarás gentes, 
voces, ruidos.... Te doy la bienvenida a este mundo de locos, no te asustes, 
te acostumbrarás e incluso llegará un momento que todo esto te parecerá
normal y pensarás que los locos son los que intentan cambiarlo.

 Ríete mucho y de todo lo que se te ponga por delante, hasta del miedo. 

Tendrás siempre unos padres y una familia a tu alrededor dispuesta a 
ayudarte, a acompañarte a lo largo de tu vida, a secar tus lágrimas y a 
reír contigo.

Sólo me queda desearte que la suerte sea tu fiel compañera, que siempre 
escuches los latidos de tu corazón, sin perder de vista los dictados de tu
 cabeza. Y darte las gracias a ti por permitirme ostentar el titulo de 
abuela y a tus padres por haberlo hecho posible.

Te amo Gabriela