jueves, 23 de diciembre de 2010

Cerrando circulos



Siempre es preciso saber cuándo se acaba una etapa de la vida. Si insistes en permanecer en ella más allá del tiempo necesario, pierdes la alegría y el sentido del resto.

Cerrando círculos, o cerrando puertas, o cerrando capítulos, como quieras llamarlo. Lo importante es poder cerrarlos, y dejar ir momentos de la vida que se van clausurando.

¿Terminó tu trabajo?
¿Se acabó tu relación?
¿Ya no vives más en esa casa?,
¿Debes irte de viaje?
¿La relación se acabó?

Puedes pasarte mucho tiempo de tu presente "revolcándote" en los porqués, en devolver el cassette y tratar de entender por qué sucedió tal o cual hecho.

El desgaste va a ser infinito, porque en la vida, tú, yo, tu amigo, tus hijos, tus hermanos, todos y todas estamos encaminados hacia ir cerrando capítulos, ir dando vuelta a la hoja, a terminar con etapas, o con momentos de la vida y seguir adelante.

No podemos estar en el presente añorando el pasado, ni siquiera preguntándonos porqué. Lo que sucedió, sucedió, y hay que soltarlo,hay que desprenderse.

No podemos ser niños eternos, ni adolescentes tardíos, ni empleados de empresas inexistentes, ni tener vínculos con quien no quiere estar vinculado a nosotros.

¡Los hechos pasan y hay que dejarlos ir!

Por eso, a veces es tan importante destruir recuerdos, regalar presentes, cambiar de casa, romper papeles, tirar documentos y vender o regalar libros.

Los cambios externos pueden simbolizar procesos interiores de superación.

Dejar ir, soltar, desprenderse. En la vida nadie juega con las cartas marcadas,y hay que aprender a perder y a ganar.

Hay que dejar ir, hay que dar vuelta a la hoja, hay que vivir sólo lo que tenemos en el presente.

El pasado ya pasó. No esperes que te lo devuelvan, no esperes que te reconozcan, no esperes que alguna vez se den cuenta de quién eres tú.

Suelta el resentimiento. El prender "tu televisor personal" para darle y darle al asunto, lo único que consigue es dañarte lentalmente, envenenarte y amargarte.

La vida está para adelante, nunca para atrás. Si andas por la vida dejando "puertas abiertas", por si acaso, nunca podrás desprenderte ni vivir lo de hoy con satisfacción.

¿Noviazgos o amistades que no clausuran?,
¿Posibilidades de regresar? (¿a qué?)
¿Necesidad de aclaraciones?
¿Palabras que no se dijeron?
¿Silencios que lo invadieron?

Si puedes enfrentarlos ya y ahora, hazlo, si no, déjalos ir, cierra capítulos. Dite a ti mismo que no, que no vuelven, pero no por orgullo ni soberbia, sino porque tú ya no encajas allí en ese lugar, en ese corazón, en esa habitación, en esa casa, en esa oficina, en ese oficio.

Tú ya no eres el mismo que fuiste hace dos días, hace tres meses, hace un año. Por lo tanto, no hay nada a qué volver. Cierra la puerta, da vuelta a la hoja, cierra el círculo.

Ni tú serás el mismo, ni el entorno al que regresas será igual, porque en la vida nada se queda quieto, nada es estático.

Es salud mental, amor por ti mismo, desprender lo que ya no está en tu vida.

Recuerda que nada ni nadie es indispensable. Ni una persona, ni un lugar, ni un trabajo. Nada es vital para vivir porque cuando tú viniste a este mundo,llegaste sin ese adhesivo. Por lo tanto, es costumbre vivir pegado a él, y es un trabajo personal
aprender a vivir sin él, sin el adhesivo humano o físico que hoy te duele dejar ir.

Es un proceso de aprender a desprenderse y que humanamente se puede lograr,porque te repito: nada ni nadie nos es indispensable.

Sólo es costumbre, apego, necesidad, pero cierra, clausura, limpia, tira, oxigena,despréndete, sacúdete, suéltate.

Hay muchas palabras para significar salud mental y cualquiera que sea la que escojas, te ayudará definitivamente a seguir para adelante con tranquilidad.

¡Esa es la vida!.

Paulo Coelho

viernes, 17 de diciembre de 2010

Diario de una mujer a dieta



Querido Diario:

Hoy he comenzado a hacer dieta. Necesito perder 8 kilos. El médico me aconsejó escribir un diario donde debo colocar mi alimentación y hablar de mi estado de ánimo.
Me siento de vuelta en la adolescencia pero estoy muy entusiasmada con todo. Por más que la dieta sea dolorosa, cuando consiga entrar en ese vestido negro maravilloso, va a estar todo perfecto...

Primer día de dieta. Un pedazo de queso blanco. Un tazón de cereales Diet.
Mi humor está maravilloso. Me siento más liviana. Un leve dolor de cabeza tal vez...

Segundo día de dieta. Una ensaladitarápida. Algunas tostadas y un yogur aún me siento maravillosa. La cabeza me duele un poquito más fuerte pero no es nada que una aspirina no pueda solucionar...

Tercer día de dieta. Me desperté en el medio de la madrugada con un ruido extraño... Creí que era un ladrón, pero después de un tiempo me di cuenta que era mi propio estómago haciendo un ruido que daba miedo... Tomé un litro de té... Estuve en el baño el resto de la noche.
Anotación: Nunca más tomo té de manzanilla.

Cuarto día de dieta. Estoy comenzando a odiar la ensalada. Me siento una vaca mascando pasto. Estoy medio irritada. Pero creo que es el tiempo...
Mi cabeza parece un tambor... Mi compañera de trabajo comió una tarta alemana hoy en el almuerzo. ¡Pero yo resistí!.
Anotación: Odio a mi compañera de trabajo. Siempre fue una yegua.

Quinto día de dieta. ¡Juro por Dios que si yo veo un pedazo más de queso blanco en mi frente, vomito! Mi almuerzo, una ensalada, parecía reírse en mi cara... Necesito calmarme y volverme a concentrar. Compré una revista para leer mientras almorzaba con Pilar Segura en la cafetería.
Anotación: Me detuve mirando la carta del menú, tardé más tiempo del que me llevó comer la ensalada. Era la promo de "Sólo Empanadas"...

Sexto día de dieta. Estoy muerta. No dormí nada por la noche. Y lo poco que conseguí soñé con un flan de vainilla. Creo que hoy mataría por un pedazo de alfajor... en vez de ver personas; por momentos veo porciones.

Séptimo día de dieta. Fui al médico. Adelgacé 250 gramos. Es una mierdita, la gran puta!. Toda la semana comiendo pasto. Solamente me faltó mugir y perdí 250 gramos!. El médico me explicó que es normal: "La mujer tarda más en adelgazar, más a mi edad...". El HDP me llamó de gorda a vieja!
Anotación:
¡¡¡Buscar otro médico.Encima que es caro, no puedo dejar que me humille!!!

Octavo día de dieta. Fui despertada hoy por un pollo asado. ¡¡Lo juro!! Él estaba en la punta de la cama, bailando una sevillana.
Anotación: Mis compañeros de trabajo me empezaron a mirar raro...

Noveno día de dieta. Hoy no fui a trabajar. El pollo asado me volvió a despertar, parecía una odalisca; danzando la danza del vientre esta vez.
Pasé el día en el sofá viendo televisión. Creo que existe un complot. Todos los canales pasaban recetas de cocina. Enseñaban a hacer tarta de frutillas, Lasaña y selva negra..., ¡todos comen!, pero la gorda soy yo.
Anotación: Comprar otro mando a distancia..., en un ataque de furia, lo tiré por la ventana. Me siento como un poco nerviosa...

Décimo día de dieta. Odio a Pilar Segura.
Anotación: Cuando me miro en el espejo; me noto una mirada "rara"...

Décimo primer día de dieta. Pateé al perro de mi vecina , se acercó moviendo la cola. Grité como una loca. El becario no entra más a mi oficina y las secretarias se tiran contra la pared cuando yo paso.
Anotación: Comprar cajas de pañuelos, noté que al estar en el ordenaor. y pensar en porciones de pizza, babeo el teclado.

Décimo segundo día de dieta. Sopa. Eructo ajo.
Anotación: Nunca más juego al póker con el pollo asado. El roba.

Décimo tercero día de dieta. La balanza no se mueve. Ella no se mueve! No perdí un mísero puto gramo! Comencé a reírme a carcajadas.. Asustado, el médico, sugirió un psicólogo. Creo que llegó a decir psiquiatra o tratamiento. ¿Será porque yo lo amenacé con un bisturí , cuando lo agarré de las solapas?
Anotación: No vuelvo más al médico, el pollo lo único que hace es sacarme el dinero!.
Décimo cuarto día de dieta. El pollo me presentó unos amigos. El lomo es un intelectual, el buen vino; es muy divertido y la tarta; es un poco callada, con pinta de amarga da.Jugamos al mus hasta la madrugada.

Décimo quinto día de dieta. Maté a Pilar Segura!. La corté en pedazos al igual que a todas las fotos de las modelos súper flacas que tenía en mi casa...
Anotación: El pollo y sus amigos están enfadados conmigo. Comí un pedazo del Sr. Pan ,pero fue en legítima defensa. El me amenazó con un pedazo de salami!.

Décimo sexto día. No estoy más a dieta. Me cabreé con el pollo, me lo comí junto con el pan. Y arremetí con la tarta. ¡¡¡Ella realmente era una dulce!!!.
Anotación: Encontré una notita debajo de la puerta de entrada, es de mis compañeros de la oficina, dicen que me visitarán en la Clínica.

domingo, 28 de noviembre de 2010

Dejame - Los Secretos



Por sino escuchas bien de la letra, te la escribo para que asi te enteres mejor y me dejes en paz de una puñetera vez, "AMIGA"

Déjame, no juegues más conmigo,
esta vez, en serio te lo digo
tuviste una oportunidad,
y la dejaste escapar.
Déjame, no vuelvas a mi lado,
una vez, estuve equivocado,
pero ahora todo eso pasó,
no queda nada de ese amor.
No hay nada que ahora ya, puedas hacer
porque a tu lado yo, no volveré, no volveré.
Déjame, ya no tiene sentido,
es mejor que sigas tu camino,
que yo el mío seguiré,
por eso ahora déjame.
No hay nada que ahora ya, puedas hacer
porque a tu lado yo,
no volveré, no volveré.
Déjame, ya no tiene sentido,
es mejor que sigas tu camino,
que yo el mío seguiré,
por eso ahora déjame,,
Tuviste una oportunidad
y la dejaste escapar...

domingo, 14 de noviembre de 2010

Ya no es mágico el mundo. Te han dejado.




Ya no es mágico el mundo. Te han dejado.
Ya no compartirás la clara luna
ni los lentos jardines. Ya no hay una
luna que no sea espejo del pasado,
cristal de soledad, sol de agonías.
Adiós las mutuas manos y las sienes
que acercaba el amor. Hoy sólo tienes
la fiel memoria y los desiertos días.
Nadie pierde (repites vanamente)
sino lo que no tiene y no ha tenido
nunca, pero no basta ser valiente
para aprender el arte del olvido.
Un símbolo, una rosa, te desgarra
y te puede matar una guitarra.



Ya no seré feliz. Tal vez no importa.
Hay tantas otras cosas en el mundo;
un instante cualquiera es más profundo
y diverso que el mar. La vida es corta
y aunque las horas son tan largas, una
oscura maravilla nos acecha,
la muerte, ese otro mar, esa otra flecha
que nos libra del sol y de la luna
y del amor. La dicha que me diste
y me quitaste debe ser borrada;
lo que era todo tiene que ser nada.
Sólo me queda el goce de estar triste,
esa vana costumbre que me inclina
al Sur, a cierta puerta, a cierta esquina.



Poema de Borges

jueves, 4 de noviembre de 2010

El valioso tiempo de los maduros




“Conté mis años y descubrí, que tengo menos tiempo para vivir de aquí en adelante, que el que viví hasta ahora...
Me siento como aquel chico que ganó un paquete de golosinas: las primeras las comió con agrado, pero, cuando percibió que quedaban pocas, comenzó a saborearlas profundamente.
Ya no tengo tiempo para reuniones interminables, donde se discuten estatutos, normas, procedimientos y reglamentos internos, sabiendo que no se va a lograr nada.
Ya no tengo tiempo para soportar absurdas personas que, a pesar de su edad cronológica, no han crecido.
Ya no tengo tiempo para lidiar con mediocridades.
No quiero estar en reuniones donde desfilan egos inflados.
No tolero a maniobreros y ventajeros.
Me molestan los envidiosos, que tratan de desacreditar a los más capaces, para apropiarse de sus lugares, talentos y logros.
Detesto, si soy testigo, de los defectos que genera la lucha por un majestuoso cargo.
Las personas no discuten contenidos, apenas los títulos.
Mi tiempo es escaso como para discutir títulos.
Quiero la esencia, mi alma tiene prisa...
Sin muchas golosinas en el paquete...
Quiero vivir al lado de gente humana, muy humana.
Que sepa reír, de sus errores.
Que no se envanezca, con sus triunfos.
Que no se considere electa, antes de hora.
Que no huya, de sus responsabilidades.
Que defienda, la dignidad humana.
Y que desee tan sólo andar del lado de la verdad y la honradez.
Lo esencial es lo que hace que la vida valga la pena.
Quiero rodearme de gente, que sepa tocar el corazón de las personas…
Gente a quien los golpes duros de la vida, le enseñó a crecer con toques suaves en el alma.
Sí… tengo prisa… por vivir con la intensidad que sólo la madurez puede dar.
Pretendo no desperdiciar parte alguna de las golosinas que me quedan…
Estoy seguro que serán más exquisitas que las que hasta ahora he comido.
Mi meta es llegar al final satisfecho y en paz con mis seres queridos y con mi conciencia.
Espero que la tuya sea la misma, porque de cualquier manera llegarás..."

Mario de Andrades

lunes, 18 de octubre de 2010

El regalo que decido no recibir




Era un profesor comprometido y estricto, conocido también por sus alumnos como un hombre justo y comprensivo.

Al terminar la clase, ese día de verano, mientras el maestro organizaba unos documentos encima de su escritorio, se le acercó uno de sus alumnos y en forma desafiante le dijo:
"Profesor, lo que me alegra de haber terminado la clase es que no tendré que escuchar más sus tonterías y podré descansar de verle esa cara aburridora".

El alumno estaba erguido, con semblante arrogante, en espera de que el maestro reaccionara ofendido y descontrolado. El profesor miró al alumno por un instante y en forma muy tranquila le preguntó:

¿Cuándo alguien te ofrece algo que no quieres, lo recibes?

El alumno quedó desconcertado por la calidez de la sorpresiva pregunta.

-Por supuesto que no. Contestó de nuevo en tono despectivo el muchacho.

-Bueno, prosiguió el profesor, cuando alguien intenta ofenderme o me dice algo desagradable, me está ofreciendo algo, en este caso una emoción de rabia y rencor, que puedo decidir no aceptar.

-No entiendo a qué se refiere. Dijo el alumno confundido.

-Muy sencillo -replicó el profesor – tú me estás ofreciendo rabia y desprecio y si yo me siento ofendido o me pongo furioso, estaré aceptando tu regalo, y yo, en verdad, prefiero obsequiarme mi propia serenidad. Muchacho -concluyó el profesor en tono gentil- "tu rabia pasará, pero no trates de dejarla conmigo, porque no me interesa, yo no puedo controlar lo que tú llevas en tu corazón pero de mí depende lo que yo cargo en el mío."

Cada día en todo momento, tú puedes escoger qué emociones o sentimientos quieres poner en tu corazón y lo que elijas lo tendrás hasta que tú decidas cambiarlo.

Es tan grande la libertad que nos da la vida que hasta tenemos la opción de amargarnos o ser felices.

sábado, 16 de octubre de 2010

Buscate un amante



Muchas personas tienen un amante y muchas otras quisieran tenerlo.
Y también están las que no lo tienen, porque no quieren y las que lo tenían y lo perdieron, o decidieron perderlo.
Misteriosamente son generalmente estos dos últimos grupos los que más van a los consultorios para decir que están tristes o que tienen distintos síntomas: insomnio, falta de voluntad, pesimismo, crisis de llanto o los mas diversos dolores.
Cuentan que sus vidas transcurren de manera monótona y sin
expectativas, que trabajan nada mas que para subsistir y que no saben en que ocupar su tiempo libre.
En fin, palabras más, palabras menos, están verdaderamente
desesperanzadas.
Antes de contar esto ya han visitado otros consultorios en los que recibieron la condolencia de un diagnostico seguro:
Depresión y la infaltable receta del antidepresivo de turno.
Yo después de escucharlas atentamente, les digo que no necesitan un antidepresivo; que lo que realmente necesitan... ES UN AMANTE.
Es increíble ver la expresión de sus ojos cuando reciben mi veredicto.
Están los que piensan: ¡Como es posible que un profesional se despache alegremente con una sugerencia tan poco científica!. Hacen un decoroso silencio, miran el reloj esperando el final de la consulta y se retiran para siempre.
También están los que escandalizados se despiden en ese mismo momento y muchas veces tampoco vuelven nunca más.
A los que deciden quedarse les doy la siguiente definición:
Un Amante es: "Cualquier cosa que nos apasione".
Lo que ocupa nuestro pensamiento antes de quedarnos dormidos y también aquello que a veces, no nos deja dormir.
Nuestro amante es lo que nos vuelve distraídos frente al entorno. Lo que nos deja saber que la vida tiene motivación y sentido.
Un amante puede ser nuestra pareja, si nos animamos a encontrarlo allí.
En otros casos es otro alguien que no es nuestra pareja.
También podemos hallarlo en la investigación científica, en la
literatura, en la música, en la política, en el deporte, en el trabajo cuando es vocacional, en la necesidad de trascender espiritualmente, en la amistad, en la buena mesa, en el estudio, o en el obsesivo placer de un hobby que nos monopoliza cada instante "suelto"..
En fin, es "alguien" o "algo" que nos perturba la conciencia al punto de dibujarnos una sonrisa al solo pensarlo apartándonos aunque sea un momento del triste destino de sobrevivir.
Sobrevivir es durar y en el fondo esta gobernado por el miedo a vivir de verdad. Es dedicarse a espiar como viven los demás, es tomarse la presión, deambular por consultorios médicos, tomar remedios multicolores, alejarse de las gratificaciones, observar con decepción cada nueva arruga que nos devuelve el espejo, cuidarnos del frío, del calor, de la humedad, del sol, de la lluvia y de las emociones fuertes.
Durar es postergar la posibilidad de disfrutar hoy, esgrimiendo el incierto y frágil razonamiento de que quizás podamos hacerlo mañana
Por favor no te empeñes en sobrevivir, búscate un amante.
Se vos mismo el amante de alguien o de algo. Se un protagonista... de tu vida.
La muerte llegará, al fin y al cabo la muerte tiene buena memoria y nunca se olvidó de nadie. Mientras tanto y sin dudar, búscate un amante..
Lo trágico no es morir, Lo trágico, es no animarse a vivir.
La psicología después de estudiar mucho descubrió algo trascendental.
Para vivir feliz, activo, o satisfecho hay que tener un motivo.
A ese motivo lo llamo hoy, un amante..
Hay que ponerse de novio con la vida y hay que amarla con la pasión de los que auténticamente están enamorados.
Búscate pues HOY.... un amante.
Jorge Bucay

viernes, 15 de octubre de 2010

Simplemente una mujer

Soy .....

Soy el suspiro de la mañana,
una niña traviesa,
una anciana sin canas
que al soñar se embelesa- -

Soy a veces dulzura
frágil como un rayo de luna
donde no hay amargura
ni pena ninguna.

Soy quien todo lo entrega
a las olas del mar
y por amor se sosiega
hasta no querer despertar.

Soy la paloma sin alas,
la pasión sin fronteras,
la chimenea en la sala,
aquella que siempre espera.

Soy una estatua orgullosa
sobre un frío altar
cubierta de rosas
y el aroma del mar.

Soy fuego encendido,
un deseo candente,
un ángel caído,
el pasado y el presente.

Soy fuente de alegría
que brota de una herida
... una roca fría
que llora escondida.

Soy la tristeza,
una lágrima de ternura,
una carta sobre la mesa,
la enemiga de la amargura.

Soy la cola de un cometa,
la ambición desmedida
por llegar a la meta
de su larga partida.

Soy una ola en el mar,
el capricho del viento.
Soy un deseo de amar
y un loco pensamiento

Soy un alma ilusionada
el lamento al caer.
Soy todo y no soy nada,
.... Soy solo una mujer!

jueves, 14 de octubre de 2010

Todo lo que hacemos tiene consecuencias




En cada instante de nuestra vida actuamos, tomamos decisiones que nos afectan y afectan a los otros. Pero, con frecuencia desconocemos el impacto que tienen las cosas que hacemos, muchas veces ni siquiera lo imaginamos y otras aunque lo suponemos, no nos lo preguntamos.

Ocurre que estamos acostumbrados a pensar que solo lo heróico, lo muy importante tiene una consecuencia que valga la pena mirar, desvalorizamos lo cotidiano, lo que hace costumbre, como si esta no se constituyera en un estilo de vida. Menos aún, pensamos que aquellas cosas que hicimos muy ocasionalmente y dada una circunstancia muy específica, puedan tener relevancia.

Sin embargo, la realidad es que todo lo que hacemos y lo que dejamos de hacer tiene consecuencias, unas veces previsibles, otras insospechadas. Los efectos tienen un modo de manifestarse que guarda relación con la idea de que si una mariposa aletea en el desierto, ello puede desencadenar una tormenta en el otro lado del mundo. O con las infinitas ondas que se desencadenan cuando arrojamos una piedra en el agua.

Cada uno de nosotros guarda el recuerdo de una conversación, que marcó una diferencia en nuestras vidas. Alguien me dijo: Una mañana observé a mi padre entristecerse porque no tenía como regalarle a mi hermano un caballo, lo había visto acariciar el del vecino, a escondidas. Ese día entendí que ser padre tiene que ver con ofrecer a los hijos oportunidades para dar amor. No me había dado cuenta, pero actualmente para mí también es crucial descubrir los deseos más íntimos, los menos confesados, de mis hijos. No lo había notado pero así es. En ese momento entendí la esencia de ser padre.

Qué amoroso sería contarle a ese padre esta historia. Para que pueda recoger lo que sembró. Tal vez él no haya olvidado la tristeza de ese momento, pero probablemente ignora hasta qué punto ese episodio formó el corazón de su otro hijo.

Desde luego, también hay episodios que no abren caminos sino que más bien los cierran. Sucesos que haciendo olas conducen al dolor. Es posible, por ejemplo, un momento desafortunado de una madre que no acepta la caricia de la hija y le dice: gente melosa, gente amargosa, cambiando así el rumbo de la expresión afectiva de la niña. Y a partir de ese momento ella desconfíe de las caricias.

En estas experiencias, lo primero es salir del resentimiento y posteriormente hablar con el otro para generar olas de reconciliación. Reconozcamos que sanarnos del dolor nos permite descubrir nuestra fuerza y recursos interiores.

Sin embargo, si desarrollamos la costumbre de preguntar al otro cómo lo impacta lo que hacemos, si nos acostumbramos a reflexionar con el otro sobre el curso que toma su experiencia, después de nuestra interacción, tal vez no tengamos que esperar a que la ola se haya convertido en una tormenta, para darnos cuenta de lo que hicimos.

Reconocer cuáles son los efectos de nuestras acciones se constituye en un camino que nos conduce hacia la sabiduría. Quien no puede ver ni reconocer las puertas que abrió con su comportamiento no puede saber cuál es su sitio en la construcción del mundo en el que vive.
Maria Antonia Solorsano

miércoles, 13 de octubre de 2010

El arbol de la amistad


Existen personas en nuestras vidas que nos hacen felices
por la simple casualidad de haberse cruzado en nuestro camino.
Algunas recorren el camino a nuestro lado, viendo muchas lunas pasar,
mas otras apenas vemos entre un paso y otro.
A todas las llamamos amigos y hay muchas clases de ellos.
Tal vez cada hoja de un árbol caracteriza uno de nuestros amigos.
El primero que nace del brote es nuestro amigo papá y nuestra amiga mamá,
que nos muestra lo que es la vida.
Después vienen los amigos hermanos,
con quienes dividimos nuestro espacio para que puedan florecer como nosotros.
Pasamos a conocer a toda la familia de hojas a quienes respetamos y deseamos el bien.
Mas el destino nos presenta a otros amigos,
los cuales no sabíamos que irían a cruzarse en nuestro camino.
A muchos de ellos los denominamos amigos del alma, de corazón.
Son sinceros, son verdaderos.
Saben cuando no estamos bien, saben lo que nos hace feliz.
Y a veces uno de esos amigos del alma estalla en nuestro corazón
y entonces es llamado un amigo enamorado.
Ese da brillo a nuestros ojos, música a nuestros labios, saltos a nuestros pies.
Mas también hay de aquellos amigos por un tiempo,
tal vez unas vacaciones o unos días o unas horas.
Ellos acostumbran a colocar muchas sonrisas en nuestro rostro,
durante el tiempo que estamos cerca.
Hablando de cerca, no podemos olvidar a amigos distantes,
aquellos que están en la punta de las ramas
y que cuando el viento sopla siempre aparecen entre una hoja y otra.
El tiempo pasa, el verano se va, el otoño se aproxima y perdemos algunas de nuestras hojas,
algunas nacen en otro verano y otras permanecen por muchas estaciones.
Pero lo que nos deja más felices es que las que cayeron continúan cerca,
alimentando nuestra raíz con alegría.
Son recuerdos de momentos maravillosos de cuando se cruzaron en nuestro camino.
Te deseo, hoja de mi árbol, paz, amor, salud, suerte y prosperidad.
Simplemente porque cada persona que pasa en nuestra vida es única.
Siempre deja un poco de sí y se lleva un poco de nosotros.
Habrá los que se llevarán mucho,
pero no habrán de los que no nos dejarán nada.
Esta es la mayor responsabilidad de nuestra vida
y la prueba evidente de que dos almas no se encuentran por casualidad.


lunes, 4 de octubre de 2010

ines del alma mia




Por lo menos setenta años tengo, como dije, y bien vividos, pero mi alma y mi corazón, atrapados todavía en los resquicios de la juventud, se preguntan que diablos sucedió al cuerpo.

Al mirarme en el espejo de plata, primer regalo de Rodrigo cuando nos desposamos, no reconozco a mi abuela coronada de pelos blancos que me mira de vuelta.

¿Quién es esa que se burla de la verdadera Inés?

La examino de cerca con la esperanza de encontrar en el fondo del espejo a la niña con trenzas y rodillas encostradas que una vez fui, a la joven que escapaba a los vergeles para hacer el amor a escondidas, a la mujer madura y apasionada que dormía abrazada a Rodrigo de Quiroga.

Están allí, agazapadas, estoy segura, pero no logro vislumbrarlas.

Ya no monto mi yegua, ya no llevo cota de malla ni espada, pero no es por falta de ánimo, que eso siempre me ha sobrado, sino por traición del cuerpo.

Me faltan fuerzas, me duelen las coyunturas, tengo los huesos helados y la vista borrosa.



jueves, 9 de septiembre de 2010

La maleta de la vida




Cuando tu vida empieza,
tienes apenas una maleta pequeña en la mano, a medida que los años, van pasando, el equipaje va aumentando.

Porque existen muchas cosas que recoger en el camino.
Porque piensas que son importantes.

En un determinado punto del camino comienza a ser insoportable cargar tantas cosas.
Pesan demasiado... entonces puedes escoger...

Permanecer sentada a la vera del camino, esperando que alguien te ayude, lo que es difícil...
pues todos los que pasen por allí ya tendrán su propio equipaje.

Puedes pasar la vida entera esperando... o puedes disminuir el peso eliminando lo que no te sirva...
Pero qué tirar?

Empiezas tirando todo para afuera y viendo lo que tienes dentro...
Amistad..Amor...Amistad...Amor...
Bien!!!

Es bastante curioso, no pesa nada!!!!
Mas tienes algo pesado...
Haces un gran esfuerzo para tirar :
La Rabia... como pesa!!!

Empiezas a tirar y tirar y empieza La Incomprensión...
El Miedo...El Pesimismo.
En este Momento, el desánimo casi te empuja hacia adentro de la maleta.

Pero tu empujas hacia afuera:
Toda La Fuerza y aparece una Sonrisa que estaba sofocadas en el fondo de tu equipaje...
sacas otra Sonrisa y otra mas !!! y entonces sale La Felicidad.

Colocas las manos dentro de tu maleta y sacas La Tristeza ..
ahora tienes que dejar La Paciencia dentro de la maleta pues vas a necesitar bastante.

Procura entonces dejar también , Fuerza...Esperanza...Coraje... Entusiasmo...Equilibrio...Responsabilidad...
Tolerancia...Buen humor...

Tira La Preocupación también o dejarlas de lado.
Después piensa que hacer con ella .

Bien !!!! tu equipaje está listo para ser usado.

martes, 31 de agosto de 2010

Instrucciones para darle la pastilla a un gato...




1) Tome al gato y acúnelo con su brazo izquierdo como si estuviera sosteniendo a un bebé. Posicione el índice y el pulgar de su mano izquierda para aplicar una suave presión a las mejillas del gato mientras sostiene la píldora con la derecha. Cuando el gato abra la boca, arroje la píldora dentro. Permítale cerrar la boca a los efectos de que el gato trague la píldora.

2) Levante la píldora del suelo y al gato de detrás del sofá. Acune al gato en su brazo izquierdo y repita el proceso.

3) Traiga al gato del dormitorio y tire la píldora baboseada a la basura.

4) Tome una nueva píldora de la caja, acune al gato en su brazo izquierdo manteniendo las patas traseras firmemente sujetas con su mano izquierda. Fuerce la apertura de mandíbulas y empuje la píldora dentro de la boca con su dedo medio. Mantenga la boca del gato cerrada mientras cuenta hasta 10.

5) Saque la píldora de la pecera y al gato de arriba del armario. Llame a su esposa, que está en el jardín.

6) Arrodíllese en el suelo con el gato firmemente sostenido entre sus rodillas. Mantenga las patas traseras y delanteras quietas. Ignore los gruñidos que el gato emite. Pídale a su esposa que sostenga la cabeza del gato con una mano mientras le abre la boca con una regla de madera. Arroje la píldora dentro y frote vigorosamente la garganta del gato.

7) Traiga al gato del portarrollos de la cortina. Traiga otra píldora de la caja. Recuerde comprar una nueva regla y reparar las cortinas. Barra cuidadosamente los trozos de figuras de porcelana y póngalos aparte para pegarlos luego.

8) Envuelva al gato en una toalla grande y pídale a su esposa que lo mantenga estirado, con sólo la cabeza visible. Ponga la píldora en una pajita de gaseosa. Abra la boca del gato con un lápiz. Ponga un extremo de la pajita en la boca del gato y el otro en la suya. Sople.

9) Verifique la caja para asegurarse de que la píldora no es dañina para seres humanos. Beba un vaso de agua para recuperar el sentido del gusto. Aplique apósitos a los brazos de su esposa y limpie la sangre de la alfombra con agua fría y jabón.

10) Traiga al gato del tejado del vecino. Tome otra píldora. Ponga al gato en el armario y cierre la puerta sobre su cuello, dejando sólo la cabeza fuera del mismo. Fuerce la apertura de la boca con una cuchara de postre. Arroje la píldora dentro con una bandita elástica.

11) Vaya al garaje a buscar un destornillador para volver a colocar la puerta del armario en sus bisagras. Aplíquese compresas frías en las mejillas y verifique cuándo fue su última dosis de vacuna contra el tétanos. Arroje la remera que tenía puesta en el lavarropas y tome una limpia del dormitorio.

12) Llame a los bomberos para bajar al gato del árbol de la calle de enfrente. Discúlpese con su vecino que se estrelló contra su reja tratando de escapar del gato furioso. Tome la última píldora de la caja.

13) Ate las patas delanteras del gato a las traseras con una cuerda. Átelo firmemente a la pata de la mesa de la cocina. Busque guantes de trabajo pesado. Mantenga la boca del gato abierta con una pequeña palanca. Ponga la píldora en la boca seguida de un gran trozo de carne. Mantenga la cabeza vertical y vierta medio litro de agua a través de la garganta del gato para que trague la píldora.

14) Haga que su esposa lo lleve a la sala de emergencias. Siéntese tranquilamente mientras el doctor le venda dedos y frente, y le saca la píldora del ojo. En el camino de vuelta, deténgase en la mueblería para comprar una nueva mesa.

15) Arregle con una oficina inmobiliaria para comprar una nueva casa para el gato y llame al veterinario para averiguar si tiene algún hamster para vender. Sino, cómprese un perro.