lunes, 3 de noviembre de 2008

La leyenda de los sentimientos





Cuenta la leyenda que una vez se reunieron en un lugar de la Tierra todos los sentimientos y cualidades de los hombres.
Cuando el ABURRIMIENTO había bostezado por primera vez, la LOCURA, como siempre tan loca, les propuso: -¿jugamos al escondite?
La INTRIGA levantó la cara intrigada, y la CURIOSIDAD sin poder contenerse preguntó: -¿al escondite? ¿y cómo se juega?
- Es un juego –explicó la LOCURA- en el que yo me tapo la cara y empiezo a contar desde uno hasta un millón mientras vosotros os escondéis y, cuando haya terminado de contar, el primero al que encuentre, ocupará mi lugar para continuar el juego.
El ENTUSIASMO se halló secundado por la EUFORIA.
La ALEGRÍA dio tantos saltos que terminó por convencer a la DUDA, e incluso a la APATÍA a la que nunca le interesaba nada.
Pero no todos quisieron participar.
La VERDAD prefirió no esconderse; ¿para qué? Si al final siempre la hallaban.
La SOBERBIA opinó que era un juego muy tonto (en el fondo lo que le molestaba era que la idea no había sido suya), y la COBARDÍA prefirió no arriesgarse…
- Uno, dos, tres…comenzó a contar la LOCURA.
La primera en esconderse fue la PEREZA, que como siempre, se dejó caer tras la primera piedra del camino.
La FE subió al cielo, y la ENVIDIA se escondió tras la sombra del TRIUNFO, que con su propio esfuerzo había logrado subir a la copa del árbol más alto.
La GENEROSIDAD casi no alcanzaba a esconderse; cada sitio que hallaba le parecía maravilloso para alguno de sus amigos:
¿que si un lago cristalino? ¡es ideal para la BELLEZA!;
¿que si la rendija de un árbol? ¡perfecto para la TIMIDEZ!;
¿que si el vuelo de una mariposa? ¡es ideal para la VOLUPTUOSIDAD!;
¿que si una ráfaga de viento? ¡es mgnífico para la LIBERTAD!
Así que terminó por ocultarse en un rallito de sol.
El EGOÍSMO, en cambio, encontró un sitio muy bueno desde el principio, ventilado, cómodo…eso sí, sólo para el.
La MENTIRA se escondió en el fondo de los océanos (¡mentira! En realidad se escondió detrás del arco iris), y la PASIÓN y el DESEO en el centro de los volcanes.
El OLVIDO…¡se me olvidó donde se escondió…!pero no es lo importante.
Cuando la LOCURA contaba 999999 el AMOR todavía no había encontrado sitio para esconderse, pues todo se encontraba ocupado, hasta que divisó un rosal y, enternecido, decidió esconderse entre sus flores.
- ¡Un millón! –
Contó la LOCURA y comenzó a buscar.
La primera en aparecer fue la PEREZA, sólo a tres pasos de la piedra.
Después escuchó a la FE discutiendo con Dios en el cielo sobre zoología, y a la PASIÓN y al DESEO los sintió vibrar en los volcanes.
En un descuido encontró a la ENVÍDIA, y claro, pudo deducir donde estaba el TRIUNFO y al EGOÍSMO no tuvo ni que buscarlo; él solito salió desesperado de su escondite que había resultado ser un nido de abejas.
De tanto caminar sintió sed y al acercarse al lago, descubrió a la BELLEZA.
Con la DUDA le resultó más fácil todavía, pues la encontró sentada en una cerca sin decidir aún en qué lado esconderse.
Así fue encontrando a todos: al TALENTO entre la hierba fresca, la ANGUSTIA en una oscura cueva… hasta al OLVIDO, que ya se había olvidado de que estaba jugando al escondite.
Sólo el AMOR no aparecía por ningún sitio.
La LOCURA buscó detrás de cada árbol, bajo cada arroyo del planeta, en la cima de las montañas, y cuando estaba apunto de darse por vencida, divisó un rosal y las rosas…
Cogió una horquilla y empezó a mover las ramas, cuando de pronto escuchó un doloroso grito. Las espinas habían herido en los ojos al AMOR y la LOCURA no sabía qué hacer para disculparse; lloró, rogó, imploró, pidió perdón, y hasta prometió ser su lazarillo.
Desde entonces, desde que por primera vez se jugó al escondite en la Tierra,
" EL AMOR ES CIEGO Y LA LOCURA SIEMPRE, SIEMPRE LE ACOMPAÑA.”

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